El ICAB se creó en 1833, pero no fue hasta la Real Orden del 7 de noviembre de 1921 que fueron aprobados por el Ministerio de Gracia y Justicia los nuevos Estatutos particulares del Colegio de Abogados de Barcelona, en los que se hacía referencia expresa al ejercicio profesional de la mujer. En su artículo 5º párrafo 2º recogía, textualmente:

"Podrán incorporarse al Colegio las mujeres que reúnan las condiciones exigidas por los presentes Estatutos".

Maria Soteras se incorporó en 1927 en la Sesión de la Junta de Gobierno del 30 de septiembre y el Colegio hizo pública difusión, en la circular núm. 45 de septiembre de 1927.

El 29 de septiembre de 1927, Maria solicitó, asimismo, ser incluida entre los abogados (en aquel momento sólo hombres) que tendrían "el desempeño del turno de oficio".

Este reconocimiento se enmarca dentro de una de las metas del Plan de Igualdad del ICAB, que es visualizar la aportación de las mujeres abogadas y juristas.

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