Barcelona, 18 de enero. El derecho de defensa es uno de los pilares del Estado Democrático, social y de Derecho, opera como un corolario necesario para respetar la tutela judicial efectiva, como garantía del proceso debido a la ciudadanía.

Las abogadas y abogados, en el ejercicio de la profesión tenemos encomendada una de las responsabilidades de mayor relevancia para todas las persones: su representación y asistencia dentro de un proceso llevado a cabo con todas las garantías que la legislación nacional e internacional recoge.

El derecho de defensa tiene una íntima relación con la independencia y la libertad del abogado. El ejercicio pleno, de la abogacía garantiza una defensa eficaz de la ciudadanía. Este ejercicio debe ser observada y garantizada por los poderes públicos para que no se produzca una vulneración de la seguridad y de la integridad de los profesionales que ejercen la defensa.

Condenamos el cruel suceso que sacude los cimientos del derecho de defensa y afecta profundamente a la profesión.